El contexto internacional volátil y de incertidumbre ha provocado un debate amplio sobre el futuro económico de nuestro país. Como directora de un banco con sede en México, me congratulo por la respuesta de autoridades, empresarios y distintos sectores de la sociedad, particularmente expresada en una estrategia a la que en su momento se le llamó una “carta de navegación para la nueva era”.
Me refiero al Plan México , que representa una oportunidad única para fortalecer nuestra economía y consolidar el papel de nuestro país como un actor clave en el escenario global. A mis ojos, es una ruta crítica que nos llama a actuar con prudencia y mucha responsabilidad, de forma coordinada y con objetivos claros ante la incertidumbre económica mundial, las tensiones geopolíticas y la volatilidad de los mercados financieros en el mundo. En este contexto, el sector bancario mexicano desempeña un papel fundamental. Nuestra responsabilidad va más allá de la mera intermediación financiera; tenemos la obligación de ser un motor de crecimiento y desarrollo para nuestro México. ¿Cómo cumplir con esta responsabilidad? Con el apoyo a la inversión productiva y un impulso decidido a la infraestructura nacional, ya que será crucial que canalicemos recursos hacia proyectos que impulsen la creación de empleo, la innovación y la competitividad tanto de pequeñas empresas como de amplios sectores productivos. Asimismo, a partir de una promoción activa de la inclusión financiera, debemos facilitar el acceso a servicios financieros a todos los sectores de la población, en especial a aquellos que históricamente han sido excluidos. De igual forma, ante los desafíos que presenta el escenario internacional sobre la relevancia e implementación de criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), es el momento de apegarnos a ellos y respaldarlos con decisiones de inversión y financiamiento, porque serán fundamentales para mantener la capacidad de generación de valor a largo plazo. Otro factor fundamental contempla gestionar los riesgos y mantener una sólida posición de capital y liquidez para hacer frente a posibles turbulencias en los mercados financieros. Para ello es indispensable colaborar mano a mano con el sector público, a fin de implementar políticas que promuevan la estabilidad y el crecimiento económico para todas y todos.
El Plan México nos brinda un marco de referencia para construir un futuro más próspero y equitativo, mientras que, como sector bancario, estamos comprometidos a asumir nuestra responsabilidad y trabajar en coordinación con diferentes sectores del país para asegurar que estos objetivos de largo aliento sean un éxito. El sector bancario mexicano está preparado para enfrentar estos desafíos y tenemos un propósito claro: ser el motor que impulsa a quienes construyen el México de hoy y el de mañana. Entendemos como nadie las necesidades, los retos y las aspiraciones de quienes, con su trabajo, ideas y sueños, hacen grande a este país. Tenemos el compromiso claro de respaldar a la sociedad, a emprendedores, gobiernos y empresas, y a todos quienes mueven la economía y transforman nuestras comunidades para bien. Creo en el poder del esfuerzo colectivo y en las historias que comienzan con sueños y terminan en realidades. Los pasos que demos juntos deben orientarse a estar a la altura de las y los mexicanos que, día a día, hacen que este país sea así de grande. En otras palabras, impulsemos lo hecho en México para los que hacen a México. ____ Nota del editor: Tamara Caballero es directora general de Banco Multiva. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora. Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión
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